La noticia contrastada

Se me puede definir como una mujer de contrastes. Siempre me han llamado la atención los contrastes y el que os voy a contar no me ha pasado desapercibido.

Siguiendo con los temas de actualidad, todos nos hemos enterado de dos tristes sucesos acaecidos ayer: las muertes de Paco Umbral y de Antonio Puerta, escritor y futbolista, respectivamente. De la actriz Emma Penella no hablo no porque no se lo merezca, sino porque murió antes, entonces no es comparable. Y es que el hecho de que Puerta y Umbral hayan muerto el mismo día es por lo que me he dado cuenta de algo… ¿queréis saber qué es?

Umbral ha sido un escritor notable, nos guste a alguno o no nos guste, no solo porque gustaba a miles de lectores sino porque además gustaba a la crítica y a los jurados: Premio Nadal, Premio Príncipe de Asturias y Premio Cervantes. Total nada. Y los de la Real Academia de la Lengua se han quedado con las ganas de sentarle en algún sillón, pero debe ser que hay mucho hombre (¿y mujer?) de letras en este país y había cola, en fin. Y no solo escribió novelas, también escribió artículos periodísticos, se interesó por analizar a las gentes, la política, la sociedad en general, etc. ¿Qué nos puede dejar un hombre así? Seguro que algo inapreciable, intangible, horas de lectura en silencio cada uno en su casa, mañanas de café con el periódico del bar abierto... Vale, y alguna gracieta. Nos deja lo que deja un escritor con tal producción: la imaginación de sus novelas, el análisis de sus columnas. ¿Eso es mucho? Sí.

Puerta era un jugador del Sevilla, que, seamos o no de ese equipo, hay que reconocer que le daba bien al balón, marcó un gol que llevó a su equipo a la gloria y el seleccionador español lo llamó a sus filas. Tenía una carrera prometedora, seguramente hubiera acabado firmando un contrato millonario para algún equipo europeo, etc. ¿Qué nos puede dejar un hombre así? Unos buenos ratos delante de la pantalla del ordenador, los gritos de la afición… Nos deja lo que un jovencísimo jugador: ganas de cervezas y patas delante de la pantalla con colegas.

Contrastes: escritura en solitario / juego en equipo, cincuenta años de diferencia, disfrute de sus libros en privado / disfrute de una afición entera, lectura / fútbol, cultura / deporte, pensamiento / fuerza, creación / competitividad, y alguna más. Pero sobre todo esto: noticia de un minutos dentro del telediario / corte de la programación de 15 minutos, portada de periódicos / noticia interior.

Conclusión: la sociedad española sabe lo que quiere… y los poderes lo cuidan.