jueves, 11 de octubre de 2007

Primos, amigos, compañeros... ¡que me lío!

Esta mañana, mirando por la ventada del autobús el Paseo de Recoletos, sin nada que hacer, he estado pensando. Decidme si no tiene lógica lo que voy a contaros. Cuando eres niño, te rodeas de tus primos, casi no tienes amigos propios y el patio del recreo no es un sitio muy adecuado para besar a nadie, porque serías la comidilla de la clase; por lo tanto, si se te ocurre querer darle un beso a alguien, ya sabes quién va a estar delante: el primo del pueblo, por la noche, de vuelta del cementerio. Cuando crecemos un poco más, toda la adolescencia y post adolescencia (la edad depende de lo que cada uno decida alargarla), es cuando tus relaciones amorosas empiezan a cuajarse en el círculo de tus amigos y empiezan los líos, los cabreos, los chimes, el me ha dicho, el me he enterado, colgada toda la tarde del teléfono. Luego te pones a trabajar como una mula, por lo que apenas tienes tiempo para tus amigos y las cañas te las empiezas a tomar en el bar de enfrente de tu empresa, con los amigos del curro, y claro, que si la última, que si de verdad la última, que mira que la del departamento tal no es tan borde como parece… Caes. Y vale, una vez que has probado con el primo del pueblo, con tu amigo y con tu compañero de curro y, aún así, sigues cenando sola, ¿qué haces? La solución: Internet.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has hecho recordar una canción de hace unos 5 años de Mártires del Compás. El estribillo decía: «Pol el inteshné, pol el inteshné, teclando tus ca_anes y no las toqué».

1.- (todo tiene sus pros y sus contras).

2.- (También me has hecho recordar a mis dulces primas, las casas de veraneo en las que convivíamos, jugar al escondite, escondernos dos en un armario. Sin celos ni posesiones, cada prima y cada primo eran intercambiables, porque lo que queríamos era jugar, conocer, sin pagar precio por ello... pero esto lo guardo para mí).

3.- (Ah, lo de Internet está pero que muy bien).

Rfa. dijo...

Estos días suelo pasar por la puerta de un colegio a la hora en que salen los críos, y es divertidísimo verles cortejarse. Ayer, sin ir más lejos, había un mozalbete bien guapo que había ido a ver a su amiga. Se notaba a la legua que estaba pasándolo fatal, porque él había ido solo y la amiga estaba con toda su pandilla de chicas. Visto desde fuera hacía mucha gracia porque, aunque él se moría de vergüenza, en el fondo era el super-mega-protagonista y las tenía locas a todas.
Propongo que a partir de ahora, en lugar de escribir en internet, quedemos para comer pipas en la puerta de los colegios. Y no para que se enamoren de nosotros los adolescentes, no. Más bien para tomar ejemplo de ellos, y volver a pasearnos por la vida como si fuese posible enamorarse al doblar una esquina.

Miguel Carvajal dijo...

Me apunto. A internet. A lo de las pipas. A enamorarme al volver la esquina.

Walter Kung Fu dijo...

De las primas, tengo buenos recuerdos de las siestas en la casa del pueblo y algún que otro hito inconfesable. Ay las primas. De la endogamia de la adolescencia y juventud otras tantas anécdotas y anhelos. Sin embargo, los compañeros de trabajo, ya amigos, con los que tomo cañas son los antiguos, porque desgraciadamente no se puede decir que tenga muchos amigos en la actualidad, y lo pocos que tengo, me sacan más de 20 años y no compartimos más aficiones (¿o vicios?) que el tabaco y el café.

Enamorarse al girar la esquina sigue siendo posible, aunque no se pueda ejecutar. Y no tengo tan claro que quisiera tomar ejemplo de chandaleros maleducados y malhablados, pues sólo les envidio la edad y la alegría.

Flavia Company dijo...

Internet lo ha cambiado todo. Mengua el esfuerzo de relacionarse, aumenta la sensación de pertenecer a algo, facilita las cenas en soledad. Pero luego podemos contarlo y así se amortigua, porque lo que se dice se vive de otro modo, como a medias o no tanto. Y gracias a este rato aquí se me ha ocurrido la frase que va a desencadenarlo todo, tal vez la historia en la que voy a meterme los próximos cuatro o cinco años, frase que quizás jamás habría salido de una cena compartida y que, en cambio, sin querer he encontrado aquí, junto a vosotros. Gracias.

Txe Peligro dijo...

a ciberliarse pues

Anónimo dijo...

Desde la entrada de Rfa., que volvió a centrar el tema después de que yo pretendiera escurrir el bulto, llevaba pensando que lo que está claro es que, como un yonki que busca su primer chute, todos buscamos lo que significó lo primero: fragilidad. Queremos el amor que nos haga pequeños. Pero luego crecemos y no nos fiamos y pretendemos ser duros como mafiosos del este y la cosa del amor se espachurra (porque seguimos deseando por lo bajini estar en disposición de ser heridos). ¡Malditas corazas!

De eso quería escribir a lo largo, sí.

Pero he leído el comentario de Flavia y me he quedado con una emoción que me empuja. ¿De verdad que lo que has encontrado junto a nosotros es el principio de tu trabajo para los próximos años?

Que sepáis todos que he leído hace muy poco su novela La mitad sombría y me dejó impresionado. Como ahora voy a ver a Rfa. de vez en cuándo, si alguien la quiere leer se la puedo pasar. (no creo que eso a Flavia le importe). Y ahora a esperar unos años para ver en qué queda eso.

June Fernández dijo...

Qué bonito post. A mí también me ha recordado a mi prima. Sí, sí, prima. A falta de primos tuve algún escarceo lésbico, jeje. Yo también me apunto a las pipas. Lo de enamorarse al volver la esquina lo he cubierto hace poco.

Pat dijo...

puf, yo no he tenido escarceos con primos ni amores adolescentes reales. Digamos que fueron todos románticos y plenamente paltónicos, es por eso que toda la energia latente de aquellos día se me rebosa de vez en cuando en estos.
Mi primer amor adolescente lo vivo más cerca a los treinta que de los quince. Y esta muy bien, porque combinas cierta inocencia con alguna que otra sabiduria. La pena es que la mayoria de la gente llega más maleada y cuesta más dar sin temer lo que perder.

Anónimo dijo...

Por ahora nadie ha contado que ha tenido rollitos en el curro.. Creo que ahí yo sí podría contar mucho. Tampoco nadie ha confesado haber tenido algún lío por Internet, que lo bueno que tiene es que puede ser virtual :) Ahí so y totalmente virgen... (¡huy!, a ver si vamos a ser a estas alturas todos vírgenes, jajaja)

Nán, ¿te has fijado que las palabras coraza y corazón se parecen demasiado?

Sintomático y Rfa., ¡vivan las pipas! Y Walter, ¿te parecce poco la alegría y la edad?

Flavia, me emociona lo que dices. Por supuesto, un libro tuyo ha de caer en mis manos.

Txe, bienvenido a la sindrogamia.

June, ¿qué tendrán las primas, verdad? Gracias por la anecdota... ¿anécdota? ;)

Pat, tenemos que hacer una apuesta de quién de las dos ha tenido másamores platónico, porque después de tu comentario me he puesto a contar y ¡madre mía! Y es cierto lo que dices, es muy triste tener que estar midiendo lo que das y recibes cuando el amor debería ser lo que inclinara sin dudas de un lado la balanza.

Anónimo dijo...

Me he sentado en un taburete con la espalda erguida para mantenerme espabilado. ¡Cuenta, Magapola, cuenta!

Anónimo dijo...

Magapola, te dedico un poema de Benedetti.

Corazón coraza


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti

Flavia Company dijo...

El amor se transmite o recibe de muchas maneras, y a veces se reciben incluso amores que no nos están explícitamente destinados, como por ejemplo el que se desprende de una reunión de "entradas" como éstas, tan cercanas a fin de cuentas.
Es cierto que he encontrado aquí lo que da comienzo a otra forma de vida, durante algunos años, es cierto que he encontrado aquí esa suerte y que en cuanto pueda os contaré por qué y cómo y de qué manera.

Y Nán: por supuesto, no sólo no me importa que se presten mis libros. O que se fotocopien. La lectura es voraz, debe serlo, y el hambre de leer no atiende a razones de leyes que la limiten. Fíjate tú que una de las mejores noticias que podrían darme es la de que algún libro mío ha resultado una ruina editorial porque se han hecho miles -o millones, mejor aún- de copias fotocopiadas.

Gracias a todos.

Flavia Company dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me siento alagada, MarietaDaMás, la asociación de palabras me vino enseguida y es posible que en algún momento yo haya leido ese poema... ¡Gracias!

Flavia, esperaremos a que nos cuentes.