jueves, 28 de febrero de 2008

Copy&Paste: Guillermo Vargas Habacuc

Hoy recibí el típico correo de firmar y reenviar por una causa justa que posiblemente alguno conoceréis:

En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto artista, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda cortísima en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed. Durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal hasta que finalmente murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.

Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008.

¡¡IMPIDÁMOSLO!!! Firmad aquí: blablabla.. REENVÍA ESTE MENSAJE A TODOS TUS CONTACTOS, POR FAVOR.

Hasta aquí parece un acto cruel y deleznable. Sin embargo, explorando por estos mundos de Dios uno puede contrastar la información recibida con otras fuentes, como en el diario costarricense La Nación:

Como parte de su exposición, el artista enfrentó al espectador a un perro callejero flaco, enfermo y con hambre amarrado a la esquina de la sala. Él capturó al animal en un barrio pobre de Managua. El perro murió tras un día en la exposición, según se lo confirmó a La Nación Marta Leonor González, editora del suplemento cultural de La Prensa en Nicaragua.

Habacuc dijo que su obra fue un homenaje a Natividad Canda, nicaragüense que murió tras ser atacado por dos perros rottweiler en un taller en Cartago. "Me reservo decir si es cierto o no que el perro murió. Lo importante para mí era la hipocresía de la gente: un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte pero no cuando está en la calle muerto de hambre. Igual pasó con Natividad Canda, la gente se sensibilizó con él hasta que se lo comieron los perros", explicó.

Más allá del debate acerca de qué es arte, me preocupa la veracidad y calidad de la información disponible en la Red. Porque ¿somos tan fácilmente manejables y de engaño fácil? En estos tiempos de lo instantáneo y de la sobreinformación me temo que sí. Al menos, de lectura vertical

33 comentarios:

Rfa. dijo...

Realmente impresionante, la verdad. Me parecería terrible que hubiese dejado morir al perro, por mucho que yo estuviese dispuesto a suscribir el mensaje que pretendía transmitir. Pero, como soy un tipo ingenuo que mira el mundo con optimismo, me aferro con todas mis fuerzas a la posibilidad de que todo sea un fabuloso montaje, y que en realidad el animal esté en algún lugar lleno de comida, mientras nosotros descargamos nuestra culpa sobre el artista.
El montaje me ha recordado a una de las obras que había en ARCO este año, de Jean Fabre: gatos disecados, atravesados por garfios de carnicería y con cristales sobre el lomo. Tan espeluznante que costaba mirar.

NáN dijo...

Estamos ante un genio, que ha rescatado un perro callejero que iba a morir, lo ha tenido delante de todos, mostrando nuestra violencia, "sin que nadie haga nada" y luego lo ha cuidado (uno no lo puede hacer todo por todo, pero sí tiene cierta olbigación de atender, en la medida de lo posible, a lo próximo).

O estamos ante un imbécil que desconoce que el arte es "representación".

Anónimo dijo...

La crueldad, ser cruel, no es arte, y en el arte no todo vale, señores. La originalidad no hizo al arte, creo que a muchos les pierde “ser el primero que…”. La naturaleza tampoco es arte. Nunca he encontrado algo tan definitorio como lo que ha dicho Nán: representación.

Para mí, estamos ante un imbécil, artísiticamente hablando.

dintel dijo...

No me lo puedo creer. Qué salvajada. Parece irreal. Si ha ocurrido de verdad lo encuentro brutal y lo que tengo claro es que mi concepto de arte no coincide con el de estas personas.

Walter Kung Fu dijo...

Si pincháis en Leer más, veréis que existe otra información donde se confirma que el perro murió al siguiente día de ser recogido y expuesto, seguramente por su mal estado, y que pone en duda la petición de boicot a Habacuc.

Tampoco quería juzgar moralmente al artista, de eso ya se encargaron otros, ni siquiera plantear si esta intervención era arte.

JA dijo...

¡Qué casualidad! El lunes me quedé en casa con catarro, recibí un correo como el que recibiste tú, Walt, y me puse tambíen a investigarlo. Encontré una 'supuesta' (tanto volúmen de texto en la red me pone paranoico) aclaración de la Galería Códice de Managua, en la que habla de la estancia del perro 'Natividad' durante la exposición. Hasta donde he llegado, nadie le ha visto muerto. Y sin cadáver no hay caso, eso se sabe en cuanto has visto un par de películas de polis.
Lo que más me inquieta de esta historia es como todo el mundo se apresura a salvar perros haciendo click en el botón de 'reenviar', sin dedicarle un segundo de sentido común al tema, sin una aclaración de por qué te manda eso. Y otra cosa, ¿por qué resulta tan fácil asociar la imágen del artista con un frívolo torturador de animales?

María Rogel (Lapor) dijo...

hola a todos. pues tiene huevos la cosa... incluso veo que coge tintes CSI... ummmmmmm, la polémica esta servida: si se trata de -en vez de poner a partir al artista- cuestionar qué es arte y la relación del artista con animales ya es un captítulo del arte (escenario espaprate ARCO tal, este año no fui...) simplemente mencionar a uno de los "buenos" pero al que se trató como si fuera "malo", o es que lo era? Me refiero a Eduardo Karr artista brasilerio que creó al conejo verde: brillaaba en la oscuridad. No sé si os suena la historia.. Hubo un dilema moral co el laboratorio que había cedido las instalaciones para el expeimento pero le conejo estaba perfectamnte, vivito y coleando pero verde y Edaurdo se quiso quedar con él y no se lo dieron. la diferencia tal vez sea que la introducir genética -money money- la cosa se complica la barrera debe ser más clara. pero lo de este perrillo viejuno, hambruno, es demasiado! Estoy de acuerdo ocn la teoría del montaje! Esb que si no el artista no está a salvo para nada, porque los de Greenpeace estarín yendo a por él. Eso poor no hablar de otras asociaciones de derechs de animales más agresivas, no se andan con chinitas.
perdonad por el rolo, perdonadme!

chus dijo...

Yo propongo una performance en la que aparezca una mujer desangrándose por la paliza que le ha pegado su marido. Eso es expresión, arte, alarmar al espectador, hacerle reflexionar. Así concienciaremos a las masas del maltrato que sufren muchas mujeres en todos los países.
Si el arte fuese impactar, la obra más portentosa sería una violación a un menor en directo o una tortura en directo, o cualquier aberración que a uno se le pueda ocurrir mostrada directamente al espectador.
Lo que ha hecho este señor no es arte, es atentar directamente contra la libertad. Someter bajo su criterio.

d. dijo...

Otro punto es el siguiente: ¿Cuántas personas mueren de hambre al día en el mundo? ¿Cuántas veces "clickamos" por ellas escandalizados? Igual lo que quería decir el señor artista era eso. No es que lo justifique. El perrico es muy simpático y da pena. Pero ponerse más moralista de la cuenta del perro, cuando nos preocupa más lo último de Arcade Fire, unas gafas de pasta o el plan del fin de semana, que el hambre y la pobreza, pues igual tampoco es lo más consecuente. Se ha pasado, sí, es una salvajada, sí, pero...

Antikhristas dijo...

Yo también recibí el mensaje, pero pensé que era uno de esos mails para captar direcciones...está visto que no he acertado.

chus dijo...

d. un par de cosas:
-¿Realmente importa lo que quería decir el tipo mediante el maltrato de un animal?
-¿De verdad te parece simpático el perro?
-Superemos definitivamente el discurso facilón de: "si no reparto todo lo mio, nada me legitima para hablar sobre los problemas del mundo"

Yo pienso que es una salvajada sin peros. Trasciende lo que pretendía este individuo.

MiKiMoNo dijo...

No se si me parece más cruel la idea del artista o la mirada impasiva de los visitantes de esa galería. Creo que no tiene justificación alguna, medio muerto o muerto del todo, como los gatos disecados...me parece fatal.

Kichiaya dijo...

Pensaba hacer un post acerca del tema, no de ese mail en cuestión, pero sí de tantos otros.

Y es que si le hago caso a todos los mails que me han mandado y he desatendido ahora mismo estaría muerto con 200 años de mala suerte y 100 agujeros en la cabeza.

Todas esas cadenas tienen como único objetivo reenviar publicidad que aparece abajo del todo en un link azul. Detestable...

d. dijo...

-No sé si importa lo que quisiese decir el tipo mediante el maltrato de un animal; supongo que sí si vamos por 14 comentarios y subiendo.
-En cuanto a lo de la simpatía: en la foto de Walter Kung Fu, sí, me parece simpático; en la de Nación me parece famélico (tengo tendencia a que me gusten más los chuchillos que los perros con pedigrí).
-Los problemas de este mundo no son que este perro se fuese a morir, que lo iba a hacer con o sin artista.
Yo a lo que voy no es a defender que veamos o no la muerte de un perro. Voy a que los burgueses vivimos en tal contradicción que cada vez que nos escandalizamos nos delatamos. Seamos o no culpables de haber nacido como burgueses.

NáN dijo...

Aunque tienes razón, d.,al decir que al escandalizarnos nos delatamos, y pasa muchas veces (y te diré que no me parece mal esa capacidad de empatía con el que sufre de una parte de la burguesía, o de los que no lo hemos pasado demasiado mal, físicamente, en la vida, pues injerta en la izquierda un aspecto "humano"), creo que no es este el caso.

No veo en los comentarios, aunque hagamos referencia a ello, tanta pena por el perro como escándalo de que para denunciar el mal se cause el mal. Es un camino muy peligroso. Chus lo indica muy bien con su irónica "propuesta". Pero, además, la principal crítica desde el punto de vista artístico es que renuncia a representar el mal para hacerlo. Yo le daba una "posibilidad" de salvación artística: que en realidad hubiera sido una "representación", pero si eso no se descubre, si queda como realidad, tiene mi oposición en lo moral y en lo artístico. Y en este caso (no digo que no pase así en otros muchos), no es un escándalo burgués.

Transeúnte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Transeúnte dijo...

Hipocresía. Esta es la primera palabra que me viene a la mente tras leer las dos "versiones" del asunto.
Pues sí, me gustaría saber cuántos de los que firmaron la cadena de salva perritos, aparte de reenviar el mail para sentirse menos culpables, hacen realmente algo más. Me gustaría saber, si éstos tan sensibles y escandalizados cuando ven un perrito abandonado muerto de hambre y/o sed, pasan de largo porque llegan tarde a la oficina o a la facultad. Cuántos de ellos se meten al perro en casa.
O a cuántos de ellos se les retuerce el estómago al pasar delante de un vagabundo también en condiciones precarias.
Y me entristece, porque si a todos ellos les preocupara más de los dos o tres minutos de rigor posteriores al conocimiento de cruel noticia, igual ingresaban algún céntimo a alguna protectora de animales o igual se pasaban por alguna de ellas a hacer de voluntarios los domingos por la mañana. Y me temo que no es así. Así que a mí las firmas, pues me sirven de poco.

Pero, oh! claro, pobre perrito. Se repite la frase "ojos que no ven, corazón que no siente".
Si es así, a mí me gustaría que alguien lo dijera, que dijera ese "Pues mira, a mí el perro en cuestión, sí que me da pena, no creo que fuera necesaria tal actuación, pero mira, el escándalo ha servido de algo. Ha despertado mentes aturdidas".
Pero claro, es más fácil firmar, sentirse menos "malo", sentirse menos egoísta. Que no me lo creo. ¡Qué no!.

chus dijo...

Transeúnte, no ser consciente de la miseria de uno mismo es triste. Yo creo que soy consciente de la miseria de la raza humana y de la mía, claro. Igual me confundo, pero creo que la mayoría de las personitas de occidente están al corriente de las cosas malas que existen en el mundo, las cosas injustas.
Los homosexuales son condenados a muerte, las mujeres son enterradas con medio cuerpo fuera para ser apedreadas porque han tenido sexo fuera del matrimonio, los niños se mueren de hambre y de SIDA cuando no son obligados a trabajar de sol a sol sin ser escolarizados, hay personas que no pueden tener propiedades por ser de otra raza u otro sexo...
Igual me confundo, pero tu diálogo habla sobre el hecho de que: "si no te has ido a salvar a los homosexuales iraníes no puedes decir, opinar o condenar sobre tamañan barbaridad". Si este es tu discurso, he de decirte que creo estás en un grave error.
Condenar lo malo no es una hipocresís Transeúnte. La hipocresía es querer denunciar el dolor haciendo daño, eso es hipocresía.

Alis dijo...

Tal como yo lo veo, lo único que hizo este señor fue evidenciar el mal, no causarlo.
Y no concibo el arte, en absoluto, como mera representación. Esa es una función pasiva que desactiva totalmente al arte, mientras que a mí el arte que me gusta es el que me activa. No el que representa, sino, en todo caso, el que presenta.

Transeúnte dijo...

Lo que digo es que todos somos cómplices de todo este panorama.

Digo que podríamos hacer mucho más y saberlo y admitirlo es el primer paso para el cambio, pero no es suficiente. Digo que el conocimiento de la realidad es algo importante, sin el cual no puede haber cambio, pero si se queda en eso, en puro conocimiento y en pasividad, pues, artista, a mí me parece que hay complicidad. Mayoría silenciosa. Algo a evitar.

Puedes opinar, decir o condenar si conoces esta o aquella situación desde el conocimiento de la misma, sino no estás más que haciendo un análisis parcial y probablemente precario de la situación.
El corazón es el impulsor del conocimiento, pero la cabeza es su organizador.

¿La pasividad no es hipocresía?

Estoy contigo en la última frase, "La hipocresía es querer denunciar el dolor haciendo daño".

chus dijo...

La pasividad no es hipocresía, es pasividad. La hipocresía es decir o hacer algo pensando lo contrario. No es hipócrita decir que el tipo es un desalmado si se siente. Hablemos de la pasividad ante las injusticias. Lo que no me gusta es que se hable de hipocresía para referirse a una denuncia más que justificada. Tachar de hipócrita al que opina, en un caso como el que se ha presentado en este post, me suena más a frustración, pena o malestar que a idea fundada y sopesada. Somos de una opinión en aquello de que hay mucha pasividad y si quieres hablamos de ello.
Alis, madre mía, ¿de verdad crees que este señor sólo ha evidenciado el dolor y no lo ha causado? vamos, al perro se le ve de un agusto y de un juguetón.

Palabras clave:
hipocresía
pasividad
denuncia
arte
perro
maltrato

Anadja dijo...

Llego tarde. Lo creo que ha hecho el "artista" ( o no "artista"), es evidenciar el mal, lo ha exhibido, pero en ningún caso lo ha causado, (creo que Alis apuntaba lo mismo).
"Sí, pero tampoco lo ha evitado", me digo a mí misma. Ya, pero ninguno lo evitamos, somos como los fariseos, sepulcros blanqueados, (ejem, para algo estudié en un cole de monjas).

Lo que nos escandaliza ( a mí también, claro), es la exhibición en sí, así como la utilización del pobre perro para unos fines propios; para provocar una serie de reacciones y respuestas que, además, son justo las que pretendía, y si no, fijaos en la retahíla de comentarios de esta entrada o en ese correo que ha dado la vuelta al mundo.

Quizá lo que me incomoda más es que algunos de los parroquianos de la galería no se inmutaran, o no reflexionaran al respecto, me recuerda a mi cuento favorito, "El traje nuevo del emperador".
"Oye, ahí hay un perro muriéndose, pobrecito". "Calla, calla, es que es arte"
"Ah, bueno".

Y aunque no puede dejar de parecerme cruel, le concedo el beneficio de la duda al artista, puede que el perro no muriera o que su intención no fuera dejarlo morir.

En cuanto al arte... Para mí tampoco es sólo representación, creo que es más bien acción.

Igual que JA el otro día, me he quedado en casa con catarro, y creo que se me está yendo la cabeza... Así que ruego disculplen las incoherencias de este comentario...

Anónimo dijo...

He leído cosas en este blog que si las personas tuvieran que firmarlas con su nombre, no se atreverían. Hay que leer algunas cosas... por favor, antes de escribir chorradas pensad que las pueden leer vuestras madres y decepcionarlas...

Anadja dijo...

¡Huy! Pues Anónimo, a mi madre le encanta Sindrogamico, y a mi padre, incluso a mi abuela, que también es bloguera...Se lo leen de cabo a rabo, es más te puedo asegurar que han seguido todo este debate, y, de momento, no me han dicho nada, la verdad.
Siento que a tí no te guste... Al menos hay muchos a los que sí y cada vez son más...
Y me pregunto, ¿qué diría tu madre si lee este comentario que nos has dejado? Eso sí que está feo, estoy segura de que te dejaba sin postre, como mínimo,,,

chus dijo...

anadja, ¿tú también piensas que atar a un animal para exponerlo, atado con una cuerda de esparto, no es maltratar, sino mostrar?

Anadja dijo...

Creo que en mi comentario anterior no me he explicado bien, chus. Decía que me parece cruel, y que hiere mi sensibilidad, pero le concedo el beneficio de la duda al artista, no me creo a pies juntillas lo que dice el correo masivo que copia Walter en su entrada. Sólo intentaba analizar lo que me escandaliza, que es precisamente eso, que el artista exhiba el estado lamentable del pobre animal, que lo utilice con fines propios. Ahora bien, también es maltrato mirar para otro lado, es demasiado fácil condenar a este tipo, cuando muchos de nosotros hemos visto situaciones parecidas de manera cotidiana ante las cuales hemos permanecido impasibles. Nos llevamos las manos a la cabeza con este asunto, lo cual me parece lógico, he aquí la evidencia de la que hablaba, pero muchos no nos paramos a pensar qué hicimos y que haremos cuando nos cruzamos camino de casa o del trabajo con estas cosas...

Y decía también que lo que me incomoda, a parte de que no se haga nada por el perro, por supuesto, es la justificación del absurdo que se lleva a cabo a veces con la excusa de "lo artístico" o "lo que es tendencia", que en este caso es más sangrante, puesto que hablamos de un animal desvalido. Da miedo ver hasta dónde hemos llegado...

chus dijo...

Es muy simple, cuando uno ve un animal abandonado debería llamar al ayuntamiento rápidamente para que lo recojan. Si el animal tiene microchip encontrarán a su dueño. Si finalmente es imposible dar con el dueño, se lleva a la protectora de animales y queda en adopción. Yo, si veo a un perro llamo al ayuntamiento para que lo recojan porque significa 5 minutos de mi tiempo, si más.
Fíjate que yo no sé lo que se supone le pasó al perro. Sólo hablo de atarlo en una exposición.
Anadja, ¿le darías la opción de la duda si el artista expusiese a un niño víctima de maltrato sexual?.
Yo no sigo viendo arte y fíjate que ya era muy consciente de la miseria de la humanidad.

Angelus dijo...

La fabricada indignación en masa o como culpar al que tenemos en frente: dos palabras sobre el caso Habacuc y su perro “Natividad”


Vamos a hablar clarito: Guillermo “Habacuc” Vargas recogió a ese perro de la calle, es decir, de tu sociedad. Vas todos los días caminando y ves millones de perros en iguales o peores condiciones y no se nos mueve un pelo.
Solo cuando un caso toma “notoriedad”, cuando se hace real mediante los medios o Internet (seguro que todos saben que el perro se llama Natividad y ya conocen su color de pelambre por las fotitos del blog) parece importarle a la gente.
En cambio cuando esta clase de escenas se nos presenta en un escenario más grande y que es propiedad de todos, que es el de la calle de todos los días, nos agarra una enorme tolerancia: el anonimato es una buena excusa para dejarnos vencer por la apatía o el cinismo. “Que le vamos a hacer ¿no?, así son las cosas”
Ahora bien, cuando sabemos que uno de esos perros se llama “Natividad”, cuando el que perpetró la supuesta tortura del animal tiene apellido, cuando cambiamos el escenario de la calle a uno privado como es una exposición artística donde no podés ocultar tu vista en ningún lado, nos alarmamos, nos indignamos, firmamos petitorios, condenamos al arte, etc etc.
¿No será que ahora se nos presenta la oportunidad perfecta para levantar el dedo y acusar y, de paso, lavarnos un poco la culpa firmando un petitorio por Internet que, dicho sea de paso, no tenemos la mínima certeza de que llegue a ningún lado?
Hoy me tomé 20 minutos para averiguar qué pasó con “Natividad”: hay varias campanas y no se sabe a ciencia cierta si lo alimentaban o no, si se escapó al tercer día de la exposición o si murió en el primero, no se sabe si lo tenían todo el día encadenado o solo las 3 horas que duraba su exposición”
Lo que sí se sabe con certeza implacable es que:
-Se movilizaron cientos de blogs y petitorios (711257 firmas, y sigue) para condenar a Habacuc.
-Se está haciendo hasta lo imposible para que no participe con otras de sus obras (no la del perro) en bienales internacionales.
-Se está gestionando todo lo posible para hacer una denuncia de peso.
No voy a entrar a juzgar si dicha obra es arte o no, es una cuestión compleja, lo que sí voy a señalar es cierta clase de hipocresía que existe en la sociedad.
Parece ser que hay un morbo “aceptado” y que está frente nuestras narices: al parecer no hacemos tanto quilombo por los miles de chicos menores de 10 años drogados y hechos una piltrafa que mendigan en las estaciones de tren, ¿no?
Al parecer hay un morbo “recreativo”: vemos con gusto películas del tipo “El juego del miedo 1, 2, 3, 4” y “Hostel” y hasta “La pasión de Cristo” y ni hablar de perdernos un capitulo de “Cuestión de peso” donde, gracias un régimen de expulsión semanal, vemos cómo los partipantes mediante presión psicológica y alimenticia, pierden cientos de quilos en una alocada carrera de apenas semanas.
Y hay un morbo “censurable” y careta, como el que le tocó en suerte a Habacuc. “¡Vamos, súbanse al tren de la acusación rápida y facilista, total ganamos seguro, si somos una bocha!”

Hoy mientras caminaba por la calle, miré a uno de esos perritos y venciendo un poco la repulsión que me provocan estos animales (soy un fóbico de posibles microbios) le ofrecí un alfajor, le di una palmadita en la cabeza.
Quizá no sea mucho, pero al menos si una obra artística me generó 60 minutos de reflexión y una acción concreta (nada de mails casi impersonales), tal vez valga la pena no apurar juicios tan a la ligera.

Angel Donaire

Walter Kung Fu dijo...

Después de haberme limitado a exponer los hechos, sólo puedo decir que estoy totalmente de acuerdo contigo, Ángel Donaire.

Anadja dijo...

Yo también estoy de acuerdo. Gracias por pararte un momento a exponer tud reflexiones de manera tan acertada.

Anónimo dijo...

El rey está desnudo! Yo lo flipo...

chus dijo...

Cuando tenía ocho años tuve una crisis tremenda porque mis padres llevaron a la perrera (eso nos dijeron, pero a saber...) el perro que mi hermano y yo habíamos recogido en una basura del barrio. Con esa foto he recordado atronadoramente aquella imagen desoladora de algo injusto por innecesario, entre otras muchas cosas.
Vuelvo a decir que una acción muy correcta es avisar de la situación de abandono de un perro a la autoridad competente.
Me cuesta creer, angelus, que hayas necesitado de la visión de este pobre animal, atado en la exposición, para despertar la caridad que llevas dentro. Me cuesta creer que alimentaste a aquel perro porque viste al otro antes, ¿a cual estabas alimentando?¿no te estarías alimentando a ti mismo?.
El argumento: "qué hipócrita, lo denuncias pero no haces nada" debería superarse rápidamente. Eso sí que es una pérdida de tiempo. La pasividad no resta un ápice de importancia a cualquier cosa que ocurre.
Lo que pasa con esos niños drogados y famélicos ¿es más o menos importante por lo que podamos decir o no decir? yo creo que es lo que es, justo como el perro de la exposición.
Es curioso como siempre que alguien alza la voz, rápidamente los hombre tendemos a hablar de yo, mi, nuestro, vuestro. De un golpe, lo importante de verdad es sentirse hipócrita, pasivo o cómo gestionamos lo que ocurre a nuestro alrededor.

nn dijo...

El arte es netemente humano, es una exprecion... dejemos a los animales fuera de esto. No comprendo como puede pasar esto en pleno siglo XXI...!!!