miércoles, 27 de febrero de 2008

Soy una espía en potencia

Sí, toda mi infancia, adolescencia y primera juventud soñando con ser espía, con llevar aparatitos de escucha, sacar fotos clandestinas a documentos secretos, grabar conversaciones de los malos, intercambiar información sin que el enemigo se de cuenta… ¡y por fin lo he conseguido! ¿Cómo? Gracias a mi móvil. ¿Qué no? Que sí, veamos: tengo cámara, bluetooth y grabadora, y lo que es más fundamental: cuando los uso nadie se da cuenta. ¿Necesito algo más para ser espía? Sí, un caso que resolver, pero eso me lo puedo inventar.

Así que todo aquel que lleve un espía dentro puede hacer cumplir su sueño fácilmente. Pero lo peligroso no somos nosotros, son “los demás”. Y es que leyendo el periódico esta mañana me ha entrado cierta preocupación. Al parecer bastante gente se dedica a grabar a otra sin que esta se de cuenta porque se hace a través del móvil. Se graba de todo: a parejas besándose en un parque, a mamás dando el pecho, a gente en vestuarios de gimnasios, a nudistas en la playa, etc. Y luego todo eso circula por la red.

Por supuesto es preocupante que te graben en una situación delicada, suban el video a Internet y sea imposible parar el escándalo. Pero yo me voy a quedar más cerca: ¿os gustaría que un tío o una tía tuviera vuestra foto, vuestros movimientos grabados en su móvil, aunque solo lo utilizara para “uso personal”? Ejem, creo que sabéis a qué me refiero…

14 comentarios:

Hei Jei dijo...

mmmm... interesante cuestión, pero creo en eso que dicen de "ojos que no ven...", así que supongo que me daría igual que alguien me tuviera en su movil para su uso personal.

un beso, espía!

Fini Calviño dijo...

A mi me desagrada todo lo que viole mi intimidad... ay qué rápido van las nn.tt. y que lentas nuestras mentes....

Rfa. dijo...

Supongo que te refieres al artículo que salió publicado ayer en El País. A mí me impresionó muchísimo la foto, con ese señor sin pierna, ese señor negro y todos esos mirones asistiendo a la detención de un asesino. Es una imagen tan potente que no puedo dejar de mirarla.
Respecto a lo del pudor, siempre me he sentido ajeno a esa "red" donde supuestamente se cuelgan los vídeos que se graban. Cuando vas al cole, tu madre te advierte: "cuidado en los vestuarios, que te graban y luego suben los vídeos a la red". ¿A qué red? Da la sensación de que los vídeos van a aparecer en cuanto pinchas sobre el icono del Explorer, ¿verdad? Pero yo jamás me he encontrado nada que me haya incomodado. Aunque claro, no frecuento sitios indiscretos. Por tanto, intuyo que, de momento, no me importaría ser grabado.

dintel dijo...

Este es uno de los problemas que comportan los móviles. La intimidad está desapareciendo.

NáN dijo...

Los móviles son ya la repanocha, continuando la labor "sociopolicial" de las cámaras digitales, con las que se "dispara" decenas de veces en un momento.
Al día siguiente de la cena de empresa de Navidad, se anuncian ya las direcciones de las carpetas en las que los fotógrafos compiten entre sí, sin decirlo abiertamente todavía, por incluir las poses más ridículas de sus compañeros: ese gesto de un microsegundo creemos que es real, aunque lo es con la misma realidad que tres palabras sacadas del contexto en que se pronunciaron, pero no forma parte de la realidad general del retratado. Porque fuera del contexto, la imagen de ese microsegundo es equívoca. O peor todavía: pertenece a la intimidad del retratado, capturado en un movimiento minúsculo que desvela lo que el retratado se ha esforzado siempre por no desvelar.

Esas imágenes, o mienten sobre nosotros o violan lo que tenemos derecho a ocultar.

Muchos de nosotros hemos dedicado una parte de nuestra vida a evitar o retrasar la llegada del Gran Hermano y, al final, estamos a merced de nuestros sucios, malévolos o estúpidos Pequeños Primos Segundos.

(No había visto la foto, Rfa., pero creo que se va a convertir en mi pesadilla para este día).

Griada dijo...

A mi hace poco me grabó un drogadicto en el metro. No quiero saber qué ha sido de ese vídeo...

Tenshikai dijo...

uso personal? jajajaja

SinMedida dijo...

A mi me grabaron en el bar bailando y luego un traficante me hizo otra estirada. Pero muy amable me la pasó para tenerla ambos xDDDDDDDDDDDdddfa

No sé, si hacen uso, almenos que disfruten.

Antikhristas dijo...

Con esto de las digitales y los móviles con cámara hemos perdido la intinidad, y hacemos las fotos por hacer, sin buscar realmente el momento a inmortalizar. Eso sí, lo de jugar a los espías siempre me ha gustado, claro que con mi zapatófono sería imposible, no sólo porque no tiene ni cámara, sino porque dadas sus dimensiones, fijo que me pillaban "in fraganti"

María Rogel (Lapor) dijo...

ja ja! ayer casi hago una de ésas, si quieres contratarme para los pequeños casos... lo malo es que no tengo el cable pá descragar, je je. hay que añadirlo al kit, o las/-os mataharis están perdidos. vivimos en un mundo de USBs y de puertos.

Pat dijo...

realmente dentro de poco tendremos un puero adherido a nuestro cuerpo, como en eXistenz...A mi me encantan todos los avances tecnológicos pero lo que no soporto es que nos inoculen una dependencia total para nuestra vida.
no creo que me molestase que tuvieran cosas mias si no atentasen contra mi honor...

Anadja dijo...

Jo, a mí me atraen las nuevas tecnologías, pero me inquietan no sólo sus posibilidades actuales sino que, como soy una nostálgica y una romántica, ya me dieron qué pensar en su día conceptos tan asimilados como el buzón de voz o el aviso de llamadas. Ya nunca podrás fantasear con la posibilidad de que esa persona se atreviera a llamarte una vez, pero no te encontrara en casa o te pillara sin cobertura, estamos condenados a saber quién y cuándo ha intentado localizarnos...

Anónimo dijo...

No es el objeto el que está endemoniado, sino los hombres. A la mayoría de vosotros no os gusta que os graben (excepción: SinMe), a mí tampoco. Me siento incómoda hasta cuando sé que estoy saliendo en la foto típica de un turista en la que sólo se me ve de lado y al fondo, imaginaos. Pero reconozco que me gusta estar en el otro lado, me parece una especie de juego de adultos: me gusta observar y soy un peligro con un móvil con cámara, sólo hace un mes que lo tengo y me tiembla en las manos… LAPOR, me tienes intrigadísima con eso que cuentas (¿me lo pasa, eh?)

Walter Kung Fu dijo...

A mi lo que me gustaría es tener un móvil con cámara para grabar el azote del viento. Impresionante.