martes, 24 de febrero de 2009

Grandes palabras: bajibajo

Lo más normal es alternar momentos favorables y adversos, buenos y malos, en los que a veces se es bendecido por la diosa fortuna y otros en los que se es privado de esta bendición, una de cal y otra de arena. En definitiva, a veces bien, a veces mal.

Sin embargo, también existen aquellos que secundan una desgracia tras otra, una mala decisión seguida de otra anterior, una nefasta acción que acompaña a otra todavía peor. Dentro del desgraciado mundo del bajibajo, de aquel que no da pie con bola, el ejemplo paradigmático sería el del político nacional: el que promete y luego no cumple, aquel que se va de cacería sin permiso y luego dimite, el que pone el cazo para esconder después la mano, el que corea y silva en el parlamento, el que se corrompe y luego levanta el dedo acusador, el que se representa a sí mismo o a su partido y no al ciudadano votante, el que se enriquece en detrimento del beneficio comunitario, el que predica y es pobre de espíritu, ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta palabra seguro que no está en crisis...